Las aventuras de Mario
Erase una vez un niño llamado Mario que vivía en una ciudad llamada Pinto City. Pero un día vino a la ciudad un villano que era
un dragón dorado que podía destruir la ciudad. Mario se entera en la tele, en las noticias de Telecinco que se acerca un dragón, es cuando decide transformarse en Super Mario Bros.
Super Mario Bros va hacia el dragón dorado y le lanza una Super Estrella en la cara y le da la cabeza, pero esto no se ha acabado aún dijo el dragón.
Al día siguiente Mario se levanta de la cama es cuando oye un ruido muy raro y Mario mira por la ventana y resulta que es un mounstro gigante gordo, amarillo, con barba, con camiseta blanca, con pantalones azules y con zapatillas negras ¿De quién se trata? Pues es Homer Simpson que estaba durmiendo en un edificio y estaba roncando como un cerdo y Mario se fue a dormir otra vez.
El viernes su hermano Iván va a una tienda de ropa para tener más ropa y más ropa. Le gusta tanto la ropa que hasta se la come. Iván vuelve a casa, es cuando aparece Homer Simpson que le pide toda su ropa. Iván dice: No te voy a dar toda mi ropa nueva. Homer al final se come toda su ropa .
Su hermano Iván le dice a Mario: Homer me ha robado toda mi ropa que me había comprado y de repente Mario se transforma otra vez en Super Mario Bros. Mario Bros va a pegarle una paliza a Homer Simpson por haberle quitado la ropa que le había comprado su hermano. Mario Bros dice a Homer: A MI HERMANO NO SE LE TOCA NI LA ROPA QUE COMPRA. Luego Homer le pega un puñetazo a Mario pero no le hace efecto, Mario lanza una super bola de fuego a Homer pero no le hace nada porque como es tan gordo que no le hace daño. Una hora más tarde, Homer se queda dormido porque han luchado mucho y es cuando aprovecha Mario para derrotarle, al final lo ha conseguido. Mario se ha vengado por lo que ha hecho con su hermano Iván. Los dos hermanos volvieron a casa gracias a Mario que ha derrotado a Homer Simpson.
FIN By M.V.P-
Al día siguiente vio a un poeta que estaba cansado de escribir y el príncipe le dijo a la golondrina dale a ese poeta un ojo mio de diamante, al día siguiente le dió pena una niña que estaba llorando porque le dijo su padre que sino traía dinero a casa no tendrían para comer, y el príncipe le dijo a la golondrina que le diese el último ojo de diamante. La golondrina se acercó a la niña y le dio el ojo de diamante.
