Autores: Rubén y M.M.M
Érase una vez un niño muy nervioso. Se llamaba Javi y tenía diez años. Era un chico muy delgado y alto. A menudo reaccionaba mal con las personas porque no pensaba antes de actuar. Un día entró en la clase chillando como un toro y los compañeros se sorprendieron mucho porque Javi era un niño bueno aunque nervioso y nunca había reaccionado así. La profesora intentó calmarle pero el niño se enfadaba más. La profesora le dijo que respirara hondo para que se relajara.
Javier tenía un gran problema y lo estaba pagando con sus compañeros y la profe.
Más tarde, le contó su problema: que había sacado un cuatro en matemáticas.
Al contar su problema se traquilizó.
Se quedó nuevo al contarlo. Se sintió mal porque había faltado el respeto a los compañeros y a la frofe.
Pidió perdón a todo el mundo y prometió que no lo haría más. La próxima vez contaría hasta diez antes de saltar en clase.
Érase una vez un niño muy nervioso. Se llamaba Javi y tenía diez años. Era un chico muy delgado y alto. A menudo reaccionaba mal con las personas porque no pensaba antes de actuar. Un día entró en la clase chillando como un toro y los compañeros se sorprendieron mucho porque Javi era un niño bueno aunque nervioso y nunca había reaccionado así. La profesora intentó calmarle pero el niño se enfadaba más. La profesora le dijo que respirara hondo para que se relajara.
Javier tenía un gran problema y lo estaba pagando con sus compañeros y la profe.
Más tarde, le contó su problema: que había sacado un cuatro en matemáticas.
Al contar su problema se traquilizó.
Se quedó nuevo al contarlo. Se sintió mal porque había faltado el respeto a los compañeros y a la frofe.
Pidió perdón a todo el mundo y prometió que no lo haría más. La próxima vez contaría hasta diez antes de saltar en clase.
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